Para ir finalizando con este tema tan nefasto de nuestra historia patria les presento a las últimas víctimas del desvarío humano, presentados cronológicamente en la desgracia.
JOSÉ DANIEL VERA PÉREZ, asesinado en Punta Arenas
Reconocido como víctima por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Valech II), durante el 2011.
Según versa en la página web memoriamagallanes.cl, falleció el 06 de enero de 1974 en el sector de Playa Norte, Punta Arenas, producto de una anemia aguda por herida de bala en la zona abdominal.
Recibió los balazos durante las horas de toque de queda, según la versión oficial, al proceder a atacar a una patrulla militar. La Comisión encargada formó convicción que su muerte fue provocada por agentes del Estado.
Sus restos fueron exhumados en enero del 2014 desde el Cementerio Municipal de Punta Arenas donde se determinó científicamente su causa de muerte. Durante enero del 2018 se hizo la reconstitución de la escena, para poder determinar quién o quiénes fueron los responsables de su deceso.
Vera Pérez tenía 34 años, de oficio carpintero (otras fuentes dicen pescador). Sin militancia política conocida. Un hijo.
En el tomo 2 del informe Rettig se incluye el capítulo V titulado Casos Declarados “Sin Convicción”, aclarando que “(…) reúnen caracteres de gravedad tales que, de existir más elementos objetivos de juicio, podrían haber sido calificados como violaciones a los derechos humanos” (página 1161). 
En esta categoría quedó JUAN CARLOS CÁRDENAS PÉREZ, 24 años, casado, obrero. Los familiares indican que su cadáver fue encontrado por Carabineros en la vía pública el día 05 de febrero de 1974. Se habría informado a la cónyuge que sufrió un atropellamiento, sin embargo, ella duda de esa versión y le atribuye responsabilidad en los hechos a militares, quienes habrían actuado en horas de toque de queda.
Cerca de la medianoche y poco antes de iniciarse el toque de queda, una patrulla militar detuvo el camión en que viajaba junto con el chofer. De acuerdo con lo señalado por vecinos, testigos de los hechos, ambos fueron obligados a descender del vehículo, produciéndose una discusión entre Juan Cárdenas y los militares. Se escucharon disparos y luego uno de los uniformados se subió al camión y arrolló a la víctima. El cuerpo permaneció hasta el día siguiente (6) en la vía pública.
Juan Carlos Cárdenas Pérez fue asesinado el día 05 a las 23,30 horas, en calle General Salvo y Sargento Aldea, en el barrio Prat de Punta Arenas. La causa de muerte sería por fracturas múltiples de cráneo, según consta en el certificado médico de defunción del Instituto Médico Legal.
Aun cuando a la fecha de sucedidos los hechos existió una investigación formal por este crimen, los responsables jamás fueron identificados y sancionados por alguna sentencia o resolución judicial.
MARTÍN MIRANDA AGUILAR, muerto en Puerto Natales
De acuerdo con declaraciones de familiares y antecedentes obtenidos del proceso judicial instruido, fue detenido el 18 de diciembre de 1976 por carabineros de Puerto Natales, quienes lo torturaron en la unidad policial a la cual fue trasladado.
Después de salir en libertad, su cónyuge lo llevó al Hospital de la localidad, donde quedó internado hasta la hora de su muerte, un 23 de diciembre de 1976.
El Protocolo de Autopsia determinó que presentaba dos lesiones traumáticas de gravedad inferidas por terceros que terminaron causando su deceso.
El proceso judicial instruido en la Justicia Militar fue sobreseído con el fundamento de que no existían antecedentes para responsabilizar a determinada persona como autor, cómplice o encubridor del delito denunciado.
“Considerando los antecedentes reunidos, el Consejo Superior llegó a la convicción de que la muerte de Martín Gustavo Miranda Aguilar se produjo como consecuencia de los golpes y torturas a que fue sometido por agentes del Estado durante su detención. Por esta razón, lo declaró víctima de violación de derechos humanos”. (Informe sobre calificación de víctimas de violaciones de derechos humanos y de la violencia política. Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación. 1996).
El Sr. Miranda tenía 53 años cuando la vida le fue arrebatada. Casado con Ana Vera Recabarren desde 1950, padres de cinco hijos. En el Museo Virtual de la Memoria y los Derechos Humanos de Magallanes, establecen que era oriundo de la isla de Rilán, Archipiélago de Chiloé. Llegó a vivir junto a sus padres a Puerto Natales cuando tenía dos años. Fue obrero de la estancia Cerro Guido, donde se desempeñó como ovejero, campañista, cocinero y panadero. Militante del Partido Socialista con vocación sindicalista, además de gran lector y conocedor de las leyes laborales. Disfrutaba jugando al truco en sus ratos libres.
Durante el 2016 se detuvo y sometió a proceso a un sargento en retiro de Carabineros, quien posteriormente salió bajo fianza.
SUSANA ESTRELLA OBANDO COÑUÉ, asesinada en Punta Arenas
Activa militante socialista, quien fue detenida alrededor de las 10:30 de la mañana del 26 de julio de 1988, por efectivos del Servicio de Inteligencia del Ejército, y llevada al recinto que dicho organismo tenía en Punta Arenas.
Horas después su cuerpo fue encontrado en el mar con señales de haberse ahogado.
Días previos a su detención, ella había alertado a la familia que había sido ostensiblemente seguida por agentes de civil.
En el reconocimiento del cadáver, familiares constataron que tenía marcas en las muñecas y en los brazos y un golpe al lado izquierdo de la cara, y que presentaba un orificio de aguja en la encía del lado izquierdo de su boca.
En declaración prestada en forma reservada, un ex efectivo del Ejército confirmó la versión de que la joven madre fue detenida por efectivos del Servicio de Inteligencia Militar y que, luego de ser interrogada y drogada, fue lanzada al mar, maniatada y en estado inconsciente.
El proceso judicial que se siguió por su muerte fue sobreseído por no haberse establecido la existencia de delito o cuasidelito en los hechos. Esta resolución posteriormente fue confirmada por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas.
Susana Obando fue asesinada el día 26 de julio de 1988 por acción de agentes del Estado, quienes le lanzaron al mar y trataron de enlodar su nombre pasando el hecho como un suicidio.
Al igual que Martín Miranda Ortega, fue reconocida como víctima de violaciones de derechos humanos y de la violencia política, por la Corporación Nacional de Reparación y Conciliación en 1996.
Tenía 23 años y un hijito de tres cuando le arrebataron la vida.
Alexander Santander Olate
Profesor de Historia y Ciencias Sociales.