Libertad (en latín Libertas, – ātis) en el sentido amplio es la capacidad humana de actuar por voluntad propia.
En la antigüedad este concepto no tiene data exacta, se cree que durante los gobiernos imperiales de oriente nació como concepto bajo el halo de algún gobernante déspota quien representaba la libertad de uno solo. En occidente durante el siglo XVII, el siglo de las luces, magnífico tiempo de cambios y crueldades, se acuña para la memoria histórica: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, si bien así suena a un sueño o una conquista. Luego el lema pasó a ser: “Libertad, Igualdad, Fraternidad o Muerte”, entre 1793 y 1796 en Francia tuvo lugar la poco conocida Guerra de la Vendeé, calificada como el primer genocidio de la era moderna.
La libertad se enlaza con el ámbito político desde tiempos inmemoriales en la clásica Grecia, donde se genera un cisma cuando se empieza a discutir entre los filósofos si la libertad es solo del gobierno o incluye a las personas gobernadas, mucho se ha escrito sobre libertad, el concepto que nos acompaña está sujeto a cambios por la realidad de cada época y lugar.
Hoy en este joven siglo XXI, la heredamos desde la declaración de los derechos humanos donde los países que la suscriben y la adoptan, reconocen que es la base de los derechos humanos, junto con la justicia y la paz. Elementos propios de la libertad en nuestra actualidad son el espacio-tiempo, la inmediatez en las comunicaciones por medio de las TICs, la libertad de consumo es uno de los importantes paradigmas de la sociedad actual que otorga la soberanía al consumidor, quien tiene libertad de elección desde la perspectiva de sus ingresos y su voluntad de consumir aquello que le permite su dinero. Otra arista que le podemos sumar es la vigilancia a estos consumidores y sus comportamientos, las cuales decantan en reportes informáticos de gran valor, información de mercado vendible a las industrias y prestadoras de servicios interesadas en un determinado segmento de consumidores, esta es otra arista difícil de definir entre gobierno, protección de ese consumidor y transgresión de la libertad, otro elemento que nos puede ayudar a ver esta concepción es la globalización que valida estos comportamientos difusos por medio de la filosofía, el sociólogo Zygmunt Bauman es el autor del concepto «modernidad líquida» para definir el estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos, desde esta filosofía más de estrella pop que desde la disciplina de la misma, se sostiene que los conceptos más abstractos de la humanidad son líquidos, amor líquido, libertad líquida, etc. “líquido”. Se van introduciendo progresivamente en la sociedad la desvalorización del concepto, de aquello que es intrínseco de la palabra libertad en base a un fundamento en el cambio permanente.
Desde la palabra oral, que se hace vida en la sociedad, nuestro gran Pepe Mujica nos entrega dos grandes discursos que cambian la forma de pensar del mundo a su alrededor, no transcribiré los discursos sobre la libertad de este gran pensador latinoamericano, sino que daré una opinión de lo que sembró en mi persona por medio de sus brillantes presentaciones ante un pueblo oyente.
Mujica se sitúa desde una perspectiva amable con la tierra, una perspectiva ecologista, práctica, hace observaciones sobre la libertad de consumo con un paralelismo con la plata y el tiempo que ocupas para ganarla, eres libre para consumir, pero eso que consumes te ha costado tu tiempo, lo que necesita cada ser humano para vivir en libertad es tiempo libre, dice. Agrega que la actual sociedad sustentada en consumo de masas es incompatible con la libertad, necesitamos tiempo para vivir las relaciones humanas, amor, amistad, aventura, solidaridad, familia, lo que subraya es tiempo libre de obligaciones económicas. La idea de tiempo libre, que la concibe como la ausencia de las restricciones que impone la necesidad de destinarlo a la conservación de los bienes materiales, desde su perspectiva libertad es, en definitiva, tiempo libre de obligaciones económicas.
Cuando pienso en el tiempo como un recurso escaso y malgastado, como otros tantos en esta sociedad consumista voraz, inconsciente y atontada, pienso que tiene razón que esta anulación de la libertad tiene rendida a la especie humana y pronta a su autodestrucción. También pienso en el espacio político donde la libertad se posee como un bien más y la libertad individual que es el valor constitutivo de la persona humana en cuanto tal, fundamento de sus deberes y derechos, conforme al cual cada uno puede decidir autónomamente sobre las cuestiones esenciales de su vida, haciéndose responsable ante la sociedad de las consecuencias de sus decisiones y de los resultados de esas decisiones.
Libertad, solo libertad, se nace libre por el acto de nacer se ejerce por primera vez en la vida la voluntad humana, la condición humana no se puede cosificar y menos conciliar con un sistema de consumo descontrolado como un cáncer, si bien nuestra condición humana nos unifica no nos puede convertir en una masa sin forma y menos líquida en lo que se refiere a la libertad, somos el discernimiento que nos hace libres, expresión de la libertad única que nace junto con cada ser humano. El tiempo libre, concepto que acuña Pepe Mujica donde insiste que cuando se desprende de toda preocupación económica al ser humano este es un humano libre. Libertad y solo libertad, es el acto consciente que no mata al planeta donde todos nos sustentamos para vivir, nuestro primer acto libertario es nacer para vivir y nuestro bienestar no puede pasar por la acumulación de cosas, objetos de deseo sino en la realización personal, equivocadamente se nos ha hecho creer que una persona de éxito es un acumulador de riquezas, tal vez sea el humano más miserable de la tierra, tierra que no verá como lo hizo al nacer, tierra que no verán sus hijos y siguientes generaciones de su familia, porque en la base de su riqueza esta la pobreza irremediable de la tierra, la libertad debe ser ejercida hasta no entorpecer la libertad de otro, gobiernos y seres poderosos no solo transgreden la libertad del otro sino la propia pues su voluntad esta distorsionada por la codicia.
La libertad esta siempre en el espíritu humano, esa libertad es la que nos convoca a la acción, se es libre en ese tiempo libre descrito por Mujica, la verdadera libertad está dentro de nosotros mismos desde que nacemos y mientras vivimos, distorsionarla es también un acto de voluntad, equivoco y esclavo.
La voluntad certera de la libertad siempre va a estar en cada uno de nosotros, los humanos que luchan por un estado de bienestar público, que buscan y germinan en la buena convivencia con otros seres humanos, los que vibramos en la coexistencia con la naturaleza, aquellos que conscientemente optamos por consumir poco, los que no somos gobernados por necesidades creadas desde fuera de nosotros mismos, los que apagamos las quimeras para ver la luz de las estrellas luego de su largo tiempo de viaje hasta nosotros, los que apreciamos el tiempo libre para ver las estrellas que nos unifican en la historia y en los cambios de la historia de la libertad humana.
Fotografía: Kourosh Qaffari
Marioly Leiva
Escritora, autodidacta desde los 14 años, Máster en Escritura Creativa 2021, versión online. Universidad de Salamanca España.