Kawésqar por la defensa del mar y constitución

La participación de los Pueblos Originarios en la elaboración de la nueva Constitución es un derecho, el mismo que fue coartado por la clase política. Sin embargo, tenemos la certeza que es necesaria la debida consulta indígena a través del convenio 169 de la OIT, la que debe quedar establecida en la elaboración del reglamento de la Convención Constituyente, pues una constitución que es para todos debe ser escrita por todos.

En el caso de los pueblos indígenas y tribales se deben adoptar medidas especiales destinadas a proteger, favorecer y mejorar el ejercicio de los derechos humanos por los pueblos indígenas y sus miembros. Esta obligación general del Estado adquiere un contenido adicional en los tratados internacionales de derechos de los pueblos.

Es nuestro deber avanzar en la correcta aplicación del Convenio 169 de la OIT y no adoptar escaños reservados de manera permanente pues en algún punto de la historia el vicio solo creará actores políticos y las demandas de los pueblos quedarán reducidas a sólo un grupo de personas.

La redacción de la nueva carta fundamental requiere participación activa de todos y todas quienes conformamos este territorio, no debe ser una cuestión de políticos, sino de ciudadanía con la que compartimos nuestro territorio ancestral.

LAS COMUNIDADES KAWÉSQAR POR LA DEFENSA DEL MAR, venimos a socializar un extracto de nuestra propuesta para la Convención Constituyente las que serán llevadas por nuestros candidatos a Escaños Reservados para pueblos indígenas, en caso de ser elegidos, Leticia Caro y Michel Vargas.

Estado Plurinacional: Se refiere a la condición de un país, donde conviven diversas naciones dentro del mismo orden constitucional, siendo tratadas como iguales entre sí. Reconocer a las naciones preexistentes y sus territorios ancestrales es un derecho ineludible. Una nación tiene la voluntad de configurarse como tal y reconocer asimismo su pasado común, en un territorio común, sobre el cual se ha desenvuelto históricamente y sobre el que determinan su presente y el futuro que eligen y elegirán vivir.

El más importante de estos derechos consiste en el derecho a la libre determinación y cuya realización más importante es la autonomía.

Derechos del territorio y al territorio: Debemos otorgarle derechos al territorio, Se nos hace imperante la necesidad de resguardar el bienestar del territorio, no porque este sea funcional a las necesidades del ser humano, sino porque es funcional para la vida misma, en todas sus manifestaciones. Significa entonces que ya no debe mediar la existencia de un ser humano en un lugar determinado para darle relevancia, sino que, el territorio, en tanto tal, posee de por sí la cualidad de ser respetado, lo que lo hace titular de derechos intrínsecos.

Debemos poner a los territorios de las naciones originarias en un proceso de reparación histórica, para su sanación, darle reconocimiento de derechos al mar, ríos, lagos y lagunas, glaciares y todo lo que mora en sus fondos, asimismo, a las montañas, montes, roqueríos, islas, bosques, pampas, humedales, costa y todo lo que habita en él y sobre él, ya que esos son los componentes que sostienen la vida de nuestro Kawésqar Waes.

Se debe poner especial énfasis en los pueblos nómades e itinerantes.

Buen Vivir: Se refiere a la sabiduría que configura el modo de vida Kawésqar, y al mismo modo de vida que se realiza como anhelo y práctica de una vida en convivencia y en armonía con todos los seres, con los demás hombres y mujeres, con las fuerzas espirituales, con la naturaleza en sus infinitas manifestaciones y con uno mismo.

En el caso del pueblo Kawésqar, se requiere una reparación histórica, basada en una realidad histórica, para poder alcanzar el pleno derecho a un buen vivir, el reconocimiento del GENOCIDIO avalado por el Estado de Chile en el pasado, y que, de la misma forma continua hoy con el avance de industrias extractivas y de cultivos intensivos, sobre nuestro territorio.

Garantizar, vivienda, educación, salud, pesca, caza y recolección, navegación libre, derechos de acceso y uso del territorio, custodiar y desarrollar la cultura en sus distintas expresiones.

Distribución equitativa del poder: Uno de los principios básicos es la redistribución progresiva y equitativa del poder, en todos sus ámbitos y manifestaciones posibles.

El principio de redistribución del poder parte de unas premisas muy diferentes que no solo apelan a la ética humanista sino, sobre todo, a la racionalidad socioeconómica, al bien común y al equilibrio biofísico de nuestro entorno vital.

Soberanía Alimentaria

La soberanía alimentaria es la capacidad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias, de pesca y otros alimentos de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria. Ello implica la protección del mercado doméstico contra los productos excedentarios que se venden más baratos en el mercado internacional, y contra la práctica de la venta por debajo de los costos de producción.

También proteger los espacios donde estos alimentos crecen y se desarrollan, procurando la sostenibilidad en el tiempo y asegurando alimentos para la posteridad.

¿Es posible otra forma de gobierno?

El presidencialismo en Chile se entiende como una figura desgastada, que ya no despierta la confianza de la ciudadanía. Asimismo, la crisis institucional por la que cruza el Estado, se basa en la nula representatividad que siente el pueblo en las manos de quienes han elegido, cuestión que se ve reflejada en un parlamento que estuvo constantemente en el ojo del huracán durante el estallido. En este sentido, creemos que es imperativo establecer otra forma de gobierno, que involucre al ciudadano a nivel territorial.

Una democracia participativa, con mecanismos de fiscalización ciudadana efectiva, con consultas que lo vinculen al poder legislativo, con capacidad de poder impulsar proyectos de ley y reformas constitucionales desde su territorio, su realidad y su necesidad. Lo que resulta importante en el desarrollo de las políticas indígenas y su vinculación con el territorio ancestral, por lo que el respeto a los derechos consuetudinarios o ancestrales de los pueblos es vital para el funcionamiento de este tipo de democracia.

Este programa está inspirado en la memoria, y sobre todo recobrar esas que aspiraban a su libertad anterior, para las generaciones venideras, respetando el territorio ancestral que los ha visto nacer y morir sin encontrar reparación alguna.

La presente propuesta está abierta a modificaciones para los kawésqar que quieran aportar.