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La sangre que mancha la historia

Esta no es una oración es más bien un obituario

Por aquellos que se fueron al infinito a transitar

El progreso trae costos desde siempre es bien sabido

El problema es que no quiero esta denuncia silenciar.

Tanta tinta derramada por las pampas y los mares

Con precisión de verdugo estas líneas trazarán,

Pues no quiero quien me escuche sólo conozca un relato

Este canto es del vencido, por las sombras que no están.

1520 marcaba nuestro calendario

Hoy 500 años cumple tal fatalidad

El encuentro entre dos seres tan distintos, tan lejanos

El comienzo del ocaso del habitante original.

Cinco etnias componían nuestra imponente geografía

Aquella que domina en medio de la tempestad

El vacío que han creado hoy lo están regurgitando

Aquellos que cansados combaten la desigualdad.

Fue la caza ballenera y la introducción de la oveja

La sentencia de muerte para quien no pudo luchar

Contra tanta injusticia amparada en tinieblas

Por intereses mezquinos se está dispuesto a matar.

Así amigos esta historia se fue fraguando en el tiempo

Removiendo las arenas al hombre han de encontrar

Buscando con codicia sus pupilas relucientes

Al fulgor del tesoro finalmente llegará.

Las entrañas de la tierra con sus máquinas penetran

Mientras las conciencias despiertan tras el estallido social

Por las malas condiciones, por salir de la pobreza

Ni las balas de sus armas al insurrecto acallarán.

Ya pasó en 1920 cuando un grupo de asesinos

Respaldados por el rico prendieron fuego  a la FOM 

El obrero nuevamente sin la ayuda de las armas

Pagó con su inocencia la ambición del vil patrón.

Y que el pueblo pase hambre mientras montamos el circo

Creyendo con firmeza la estructura temblará

La violencia de las calles su estabilidad amenaza

No se duerma mi gente, esto es el comienzo no más.

No más muertes inocentes, no más sangre en las manos

El pueblo no se olvida del que viene a disparar

Siguiendo como perro los designios del Estado

La costra de la herida al final se infectará.

Aún latente se mantiene el dolor del santo padre

Que a su hija enterraba por el alza del gas

Que la Historia recuerde a Melissa y a Claudia

Y a todo aquel que luce en su frente la humildad.

Que el corrupto no se limpie con un fardo de billetes

Esos que tuercen jueces y a quien haya que coimear

Quien legisle se conecte con los problemas de la gente

Y el político no se tiente del fondo de la olla raspar.

Fotografía: Akin Barría

Alexander Santander Olate
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Profesor de Historia y Ciencias Sociales.

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