Leticia Caro Kogler: “La plurinacionalidad no puede nacer de la voluntad del no indígena y debe ser una expresión que nazca del corazón, el dolor y la búsqueda de reivindicación de los propios pueblos”

En la antesala de las votaciones del próximo fin de semana, Tu aldea conversó con Leticia Caro Kogler, candidata principal constituyente junto a Michael Vargas, quienes pertenecen a la comunidad Kawésqar Grupos Familiares Nómades Del Mar. La premisa de esta comunidad es la siguiente: “Creemos en la autodeterminación y de forma unánime hemos decidido elegir a quienes creemos llevarán la responsabilidad de reunir y unir a los demás miembros del pueblo, para que la redacción de la constitución sea hecha entre todos, aun cuando no hubo una debida consulta indígena para decidir nuestra  participación en esta Convención constituyente”.

Los ejes de su propuesta  consideran el reconocimiento de la preexistencia de los pueblos indígenas por parte del Estado de Chile, el reconocimiento de un Estado Plurinacional y Multicultural, derechos del territorio y al territorio, lo que incluye los derechos de la naturaleza, buen vivir, soberanía alimentaria y distribución equitativa del poder. Todos ellos incluyen parámetros específicos que reconocen el genocidio en los canales australes.

Comunidades Kawésqar por la defensa del mar nace desde la necesidad de la protección del territorio ancestral y con el propósito de recuperar sus derechos de habitar en el territorio Kawésqar, como lo establece su cultura.

Esta instancia se compone de cuatro comunidades Kawésqar, Ata’p, Aswal Lajep, Residentes en Río Primero y Grupos Familiares Nómades Del Mar. Debido a los intentos fallidos de diálogo con el Estado, se auto determinaron y decidieron resguardar el territorio con la ley 20.249, más conocida como ley Lafkenche. Los intentos del Estado y los empresarios de avanzar en sus lugares de pesca aún no cesan. Actualmente llevan adelante varios procesos legales y administrativos para resguardar el territorio.

A estos esfuerzos se ha sumado la Comunidad Kawésqar Inés Caro.

Los miembros de dichas comunidades han sido participantes activos en los procesos de consulta indígena que se han generado desde que el Convenio 169 de la OIT fue ratificado por Chile, así mismo rechazaron el decreto N° 66 que ha coartado dicho convenio, el que califican como viciado y el decreto N° 40 de medio ambiente.

Estas comunidades desarrollan un trabajo activo de recuperación de las memorias del territorio y destacan el hecho de que muchos de sus miembros continúan navegando.

A continuación la entrevista.

Leticia, me gustaría que expliques cómo es para una representante del pueblo Kawésqar participar en este proceso constituyente.

“Estamos ad portas de un momento histórico, suscitado  legítimamente por el pueblo chileno el pasado 18 de octubre de 2019, hecho por el cual empatizamos y validamos totalmente. Sin embargo, esta acción ciudadana fue truncada por las fuerzas políticas de élite, las cuales han ejercido el poder a espaldas de los pueblos que hoy se comprenden en los distintos territorios en que el Estado chileno ha proclamado su devenir colonialista.

Así, un momento que debía pertenecer a quienes históricamente han atestiguado en carne propia la violencia sistemática ejercida por el Estado, se ven injustamente excluidos del mismo, teniendo que someterse a las mismas leyes imperantes que han desembocado en la realidad que han tenido que soportar hasta el día de hoy.

Esta es la realidad que hemos vivido las Comunidades Kawésqar por la Defensa del Mar, quienes cargamos con un legado de dolor y despojo en todo ámbito por parte del Estado chileno. Nuestros abuelos y abuelas, padres y madres han tenido que soportar la expulsión de su territorio, la discriminación y asimilación que hoy se refleja en la imposición de un proceso constituyente que ha decido nuestra participación a través de figuras políticas no indígenas.

Rechazamos abiertamente el acuerdo por la paz y todo el aparataje político establecido hasta este día, donde la redacción de una nueva Constitución que busca ser inclusiva, nos cierra la puerta en la cara y ha violado los derechos que nos amparan y están dispuestos en el Convenio 169 de la OIT, negando la consulta y la manifestación de la voluntad de los pueblos respecto a cómo queremos participar.

Asimismo, reconocemos la postura de resistencia que hoy tenemos ante la que debemos cargar los remos y subir al Kajef nuestra convicción para proteger nuestros derechos, nuestra dignidad y, en definitiva, nuestro territorio ancestral, aún a pesar de tener todo en contra.

La plurinacionalidad no puede nacer de la voluntad del no indígena y debe ser una expresión que nazca del corazón, el dolor y la búsqueda de reivindicación de los propios pueblos.

A través de la experiencia empírica de estas comunidades, hemos canalizado la necesidad en los candidatos aquí expuestos, elaborando una propuesta de participación política y estableciendo tanto los lineamientos como los ejes estratégicos de los ideales y principios que pretendemos defender, en el caso de ocupar un escaño reservado para Pueblos Originarios dentro del histórico proceso constituyente en el que estamos inmersos”.

¿Cuál es el principal desafío en el contexto actual?

“Romper el cerco comunicacional y hacer efectivos los derechos ciudadanos y de pueblos indígenas, acercarse a la realidad histórica y que nos alejemos de estas situaciones de competencia, para eso debe haber una democracia participativa y no representativa que es a lo que nos expone este sistema de candidaturas, para nosotros es un retroceso que aleja del derecho alcanzado en 10 años de trabajo de implementación del convenio 169 de la OIT, hoy es imperioso que el decreto 66 y 40 sean derogados pues coartan cualquier acción reivindicativa de los pueblos indígenas y sus territorios ancestrales”.

¿Cuál crees que es el mejor escenario para tu pueblo y para Chile en esta nueva realidad, con pandemia incluida?

“Para hablar de pueblo hay que ser responsable, no puedo hablar de pueblo hasta que no haya un consenso de pueblo, para eso se necesita consultarles. Desde una perspectiva personal creo que en el escenario actual no estamos en tiempos adecuados para esta elección, sin tiempo para educar y para que los miembros de los pueblos comprendan la importancia de este certamen. Lo mejor para este país sería que la convención constituyente se hiciera luego del cambio de gobierno, pues no hay confianza en los procesos y debiera reformularse la palabra convención o asamblea, qué asamblea, la constituyente y la constituyente indígena”.

¿Cómo crees que podemos solucionar el problema de las salmoneras en el territorio y en Chile y en general, frente a las empresas extractivistas?

“El problema de la salmonicultura en el territorio tiene una solución lógica, lo primero es fiscalización real e infracción oportuna y certera, lo que no ocurre, y eso ha quedado de manifiesto en el último pronunciamiento de contraloría en torno a cómo funcionan los distintos servicios públicos y su rol de fiscalización, lo otro es que tenemos que evaluar prácticamente qué es sustentabilidad. Se depredan especies nativas para alimentar al salmón químico que no tiene nada de nutritivo, que colapsa las pesquerías, no se está viendo cómo esta industria arrasa con actividades tradicionales realmente sustentables, como la pesca artesanal y la pesca indígena. Esta región aún está a tiempo de no ser ‘salmodepediente’ que es lo que quieren los empresarios. Podemos entre todos hacer ver esta necesidad de no ser una región salmonera, la basura y la contaminación de los fondos marinos es agresiva e insultante. Afecta directamente a la soberanía alimentaria”.