Entrar por vez primera a una cárcel y sentir que estás en el siglo XIX, que hasta parece que las guillotinas encontraran su lugar en este sitio. Sentir la humedad pegada a los ladrillos corroídos de tiempo y abandono. Pisar la escalera de madera, donde se adivinan los siglos lejos del bosque. Entrar en la … Leer más