Con el paso del tiempo, nuestra especie ha comprendido con mayor profundidad los innumerables beneficios que brindan los árboles, no solamente en su terreno natural, sino que también en las ciudades.
Entre ellos se cuenta la contribución al almacenamiento y retención de agua, el aporte a la recarga de las aguas subterráneas, servicio como barrera contra ruidos, regulación de la temperatura y deflector de viento, soporte para la biodiversidad como hábitat-refugio estable, aporte a la captura de carbono, soporte de confort y recreación, aporte para procesos de educación ambiental ciudadana, aporte para el monitoreo de condiciones ambientales de la ciudad (biodiversidad, calidad del aire), valoración de actitudes ambientales de comunidad predecesora y aporte a la identidad ciudadana, por mencionar algunos.
La novel Gabriel Mistral fue por muchas razones una adelantada a su época y entre sus más grandes pasiones cultivó el amor por la naturaleza y en particular por los árboles. En su paso por Punta Arenas y como directora del Liceo Sara Braun hizo una gran contribución en este sentido. Dusan Martinovic, recuerda que ella instauró una nueva cultura escolar para celebrar las fiestas de fin de año. Tradicionalmente se compraba regalos navideños para el estudiantado, sin embargo la poetisa y escritora incorporó la costumbre de plantar árboles.
*Fotografía: Laura Rodig 1951 en el árbol que plantó Mistral en 1919.
En avenida Colón aún persiste la evidencia de uno de los árboles que plantó Gabriela y que lamentablemente no sobrevivió, debido a las intervenciones de cemento en el bandejón central. En esta foto facilitada por Martinovic a Tu Aldea, es posible apreciar el antecedente histórico de ese aporte que como ciudad, no supimos valorar.
Nuestro medio conversó con personas cuyo trabajo se relaciona con los árboles y su aporte. Es el caso de Humberto Gómez, ingeniero agropecuario, investigador de la Agrupación Ecológica Patagónica quien realizó un recorrido por plazas y espacios verdes de la ciudad el año 2019, para evaluar el porcentaje de árboles que había sobrevivido a plantaciones que fueron anunciadas y ejecutadas por estamentos públicos. El resultado de esta observación fue categórico, ya que el 81% de árboles había muerto y solamente el 19% permanecía con vida. Esto incluía especies plantadas en la Costanera del Estrecho, calle Julia Garay Guerra, avenida España y Parque Manuel de Salas.
La observación concluyó, por ejemplo, que en el sector colindante con la cancha de básquetbol de la Costanera del Estrecho en algún momento hubo 218 árboles plantados y solamente sobrevivieron 31. En calle Julia Garay Guerra se encontró con 38 árboles vivos y 05 muertos. En avenida España se encontró con 220 árboles muertos y 36 vivos. En el Parque Manuel de Salas se encontró 95 árboles muertos (secos).
Al respecto, Gómez mencionó que algunos de estos individuos mueren de pie, algunos son extraídos, pero en general su deceso se debe a la ausencia de un cuidado correcto. Es decir, en este tipo de plantaciones se indica públicamente que se abrirá un área verde, que muchas veces no posee gran porcentaje de vegetación, sino que está rodeada de cemento y ahí se instalan árboles, pero estos no sobreviven pues son emplazados en lugares que no propician su vida. Ello, pues los árboles requieren de sustratos con suficientes nutrientes para vivir y no como se realiza en la práctica.
Asimismo, expresó: “Es muy difícil decir que sí nos preocupamos de los árboles en Punta Arenas y no solo en la comuna, sino en la región. (…) Cuando hicimos un proyecto sobre árboles nativos de Magallanes, con la Agrupación Ecológica Patagónica me acuerdo que salí a recorrer la ciudad para ver qué pasaba con los árboles. CONAF regalaba muchos árboles a la comunidad, regalaban pino, ciprés y los regalaban a cualquier persona y todo muy bonito, pero resulta que de repente ves un antejardín que tiene un metro, un metro y medio, dos metros… y ponen un ciprés y es bonito el ciprés y… ¿qué va a pasar cuando crezca? ¿Y las raíces? A veces están al lado de un medidor de gas, de agua, muchos están levantando las veredas, con todo lo que significa que un árbol de esas características crezca y no se controle su crecimiento, no se pode y aunque se pode igual sigue creciendo, sus raíces siguen creciendo…mientras estén los que quieren al árbol lo van a regar y el árbol va a tener un crecimiento. Porque igual un árbol es como una mascota, igual el crecimiento es lento, pero silviculturalmente es un individuo maderable, eso es lo que aprendí en la universidad, es lo que enseñan a los ingenieros forestales, pero no es eso, es mucho más. Es un individuo.
Uno lo puede regalonear, se comporta igual que los humanos o los animales, solo que en forma lenta…y cuando compramos uno o nos regalan los colocamos en lugares que no son los adecuados y solo bastará que pasen dos generaciones, tres quizás, para que ya a la segunda no sé si les va a importar el árbol y ya va a ser un problema. Entonces lo tienen que matar, cortar y ahí empiezan los problemas”. En este sentido subrayó que no hay una enseñanza correcta sobre el cuidado de los árboles y que si se planifica, por ejemplo, la plantación de 100 árboles, es esperable que al menos unos 80 sobrevivan y que se realice un seguimiento de los individuos. Lo que no está ocurriendo.
Andrés Vilaboa, ingeniero forestal, ante la interrogante de si Punta Arenas cuida sus árboles indicó: “Creo que no, pero es necesario decir que es una realidad de varias ciudades”. Actualmente, dicho profesional encabeza la realización de un Inventario del arbolado urbano en Punta Arenas, como parte de una actividad autogestionada del Movimiento Ciudadano ProVerde. En este marco, la organización expuso los alcances de los datos recabados en el trabajo en terreno desarrollado en Plaza Sampaio, donde es posible concluir varios aspectos con respecto al tratamiento que le ha dado la ciudad a los árboles urbanos en ese espacio público.
Dentro de los aspectos observados, se aprecia un elemento recurrente en la ciudad, cómo afecta la incorporación de cemento en los espacios que rodean a los árboles, la intervención de cortezas con aplicación de clavos que generan cicatrices, raspones y heridas efectuadas por máquinas en el marco de trabajos de remodelación, malas o nulas podas que han generado el crecimiento inadecuado de las copas de los árboles, espacios reducidos en los alcorques y suciedad en los entornos por acción de personas, eso, en términos muy generales.
Más allá del diagnóstico, el ingeniero Vilaboa fue propositivo: “El cuidado e incremento del arbolado urbano y las áreas verdes, es un desafío presente y futuro del cual todos debemos hacernos parte. En un contexto de cambio climático, se hace necesario internalizar el cuidado del medio ambiente y con ello entender que es necesario disminuir la cobertura de concreto e integrar la naturaleza dentro del desarrollo de las ciudades, pues permite entregar mejores condiciones de habitabilidad a quienes vivimos en ellas.
Varias son las publicaciones que dan cuenta de los beneficios que aportan las áreas verdes y el arbolado urbano y con ello la necesidad de incrementar esta, pues existe un déficit comparado con países de la OCDE, de la cual Chile es miembro. Y además existe una desigual distribución de estos espacios dentro de las ciudades, el cual es proporcional a la distribución de ingresos (a mayores ingresos más áreas verdes y arbolado urbano).
Frente al desarrollo urbano en obras civiles, calles e inmobiliarias, resulta necesario no perder de vista este desafío, el cuidado y la promoción de las áreas verdes y arbolado urbano, debe ser una premisa que debe estar presente en cada proyecto urbanístico, a fin de salvaguardar el bienestar de quienes habitamos y habitarán las ciudades”.
Por su parte, Otto Gesell Yasic, del Movimiento Ciudadano ProVerde expresó: “Es difícil decir que es una ciudad que no cuida a los árboles porque eso significaría invisibilizar a todas las personas que valoran, cuidan y educan respecto a su importancia y su rol en el cambio climático. Pero si lo vemos a nivel institucional, Punta Arenas no tiene una planificación de arborización a largo plazo, se trabaja sobre la marcha y eso lo hemos evidenciado. También depende de si la autoridad de turno tiene interés al respecto. También hay muchos vecinos y vecinas que han atentado contra ejemplares de sus domicilios, no dimensionando el daño que nos hacen a todos y todas y el mal ejemplo que le dan a los demás ciudadanos conscientes”.
En el marco de la presentación de resultados del Inventario de árboles realizado en la Plaza Sampaio por el Movimiento Ciudadano ProVerde, Martin Ojeda, vecino del Barrio Croata puntualizó: “Me parece muy interesante el trabajo de inventario que nos han entregado (…) estamos tan preocupados de este asunto del cambio climático que nos afecta a todos, que con esta organización estamos ayudando, aunque estamos bastante atrasados”. Asimismo recordó el pasado de ese espacio verde: “Aquí teníamos pasto verde, la plaza estaba totalmente cubierta de áreas verdes, teníamos retamos, arbolitos chicos y estos árboles grandes y finalmente se sacó el pasto y se colocó cemento, lo que lo hace un poco desolado, porque los árboles necesitan mayor espacio y el cemento les quita su desarrollo, porque el agua misma no llega a sus raíces. Entonces eso ha perjudicado al árbol, porque podemos apreciar que hay árboles que están medios secos, porque les falta el elemento vital que es el agua”.
Al ser consultado sobre lo que debemos hacer como ciudad con respecto a los árboles Ojeda indicó: “Estamos en un sistema muy difícil con respecto al agua. Debiera buscarse la manera de traerle el agua a los árboles, regarlos cada cierto tiempo y buscar otros elementos que le puedan ayudar en su vida”.
Si Gabriela Mistral estuviera viva, en Punta Arenas, seguramente sería una de esas personas que protegen la vida y permanencia de los árboles, como un gesto de gratitud por todos los beneficios que ofrecen a la humanidad. Eso, es posible inferir en muchos de sus versos, como el de este extracto del Himno al Árbol:
“Árbol que donde quiera aliente
tu cuerpo lleno de vigor,
levantarás eternamente
el mismo gesto amparador:
haz que a través de todo estado
¿niñez, vejez, placer, dolor?
levante mi alma un invariado
y universal gesto de amor!”.
Las fotografías que grafican esta nota son de Chris Jordan.
Administrador de tualdea.cl
Nadie dijo que árboles son