Como Comunidad Indígena Yagan de Bahía Mejillones, dueños del Territorio Austral Yagan, declaramos y exigimos:
Fin al abuso que se ejerce sobre los hermanos de la nación Mapuche, agravando esta sistemática acción, tras la repudiada vulneración de derechos de menores de edad pertenecientes al pueblo Mapuche.
Ante el cobarde hecho ocurrido en el Wallmapu hace una semana, en donde se ve involucrada una niña de siete años, quien fue expuesta en su integridad física y psicológica por parte de la institución del Estado chileno, PDI, quienes sobrepasaron y demostraron su total ignorancia a los derechos de los niños y niñas, llegando a la detención de esta menor de edad, lo cual se vio reflejado en imágenes que la trataron a la misma altura que un delincuente.
Se debe recordar que el padre de Guacolda, Camilo Catrillanca, fue asesinado por agentes del Estado hace dos años, y cayó bajo las balas de una institución, del gobierno y un Estado fuera de control.
En el día que Guacolda vive esta horrible experiencia, se dictaba la sentencia para los asesinos (pertenecientes todos a Carabineros y al Comando Jungla), de su padre Camilo. Ese día la PDI detiene a la esposa, a la madre y a la hija de Camilo Catrillanca, las cuales pretendían concurrir al lugar donde se dictaminaría el nivel de responsabilidad de tan cobarde actuar. Todos estos antecedentes son conocidos a lo largo y ancho de este país, en medio de una crisis política e insostenible indolencia social.
Como pueblo originario, desde el territorio más austral del mundo entregamos el máximo apoyo a los hermanos de la nación Mapuche y hacemos un fuerte llamado desde los canales australes, al cese de la violencia y el fin de la militarización ejercida sobre nuestros hermanos mapuche y su territorio, donde su lucha nunca ha cesado.
Hacemos un enérgico llamado a la protección de los niños y niñas, que son el presente y futuro de nuestros pueblos, que se garantice el amparo y protección de sus derechos fundamentales, lo cual es obligación del Estado chileno.
Nuestros hermanos, sean ancianos y ancianas, mujeres y hombres, jóvenes y nuestros niños y niñas, no pueden estar expuestos a este tipo de violencia, vulneraciones y acciones de odio sin control.
Como pueblos originarios, y bajo nuestras diferentes cosmovisiones, trabajamos para dar e inculcar amor a nuestros niños, niñas, jóvenes y mayores, amor a su territorio, amor a su familia, y por sobre todo, amor a su pueblo.
“Nacieron con el derecho de ser libres en su territorio.
Nacieron con el derecho de vivir sin miedo”.
Upushwea, 12 de enero de 2021