En el día internacional de las acciones por la Despatologización trans (21/10), debemos seguir lamentando el ejercicio frecuente de trato vulneratorio y patologizante en los centros de salud del territorio, para este grupo objetivo.
La patologización es una manera reiterada y nociva en la que se práctica la discriminación y el estigma social, así como también lo es relativización del trato inadecuado hacia las personas trans.
La ley que da derecho a la identidad de género (21.120) vigente desde diciembre de 2019, promueve el derecho de las personas de ser reconocidas por su identidad de género, para lo cual se ha legislado la posibilidad de efectuar el cambio de nombre y sexo registral de las personas con experiencia de vida trans. Sin embargo, este trámite que debiese facilitar la vida de las personas al tener un documento que acredita y reconoce su derecho a ser, es un recurso oxidado y queda como una simple credencial, en un estado que no se ha modernizado y que carece de voluntad de asumir la diversidad como parte del cotidiano en los dispositivos de atención pública.
Es tristemente frecuente oír relatos de adolescentes y personas adultas que, habiendo efectuado su cambio de nombre para ajustar a su género sentido, con las herramientas legales que el propio estado ofrece (cédula de identidad), son vulneradas por personas que desconocen las normativas (circular 21 del Minsal de 2012 por ejemplo) y por sistemas operativos caducos que utilizan bases de datos desactualizadas con información en red incorrecta.
Hemos detectado múltiples casos de servicios públicos con esta falencia, pero lo que es más grave aún, en dispositivos de salud, que debiesen cautelar el bienestar de las personas que acceden a dichas prestaciones. Esto se da a todo nivel, con niñeces, adolescentes y personas adultas, a las cuales se les hace un profundo daño y menoscabo con el trato discriminatorio en razón de su identidad.
Es por eso que como ong ocupada de acompañar estos procesos de transición y de cautelar los derechos de las personas con experiencia de vida trans de nuestra región, hemos recurrido vía Corte de Apelaciones en contra de la clínica Red Salud, por el trato vejatorio hacia dos personas de nuestra organización que acudieron en distintas fechas, por atención especializada, reservando horas a través de su página web. En ambos casos, actuando con la antelación suficiente para detectar que, a pesar de tener sus identidades válidas para el estado de Chile, aparecían con sus nombres anteriores en el portal de esa institución. Luego de eso, ambas personas tomaron todas las precauciones para evitar el uso de sus datos muertos, esto es: avisando por correo electrónico a la clínica, con los respaldos documentales correspondientes (copias de cédulas, certificados de nacimiento, certificados de Fonasa y de la Superintendencia de Salud), pero igualmente fueron tratados por nombres que ya no los identifican y que de acuerdo a la normativa vigente (Ley de derechos del paciente, la misma Ley 21.120 de derechos a la identidad de género) no pueden ser objeto de cuestionamiento ni menos vulneración por concepto de su identidad. Para ambos integrantes de la fundación no hubo rigor ni el cuidado correspondiente para protegerlos como pacientes resguardando su derecho a la identidad y los dos fueron tratados por sus nombres muertos. Esto constituye una vulneración grave de sus derechos humanos y tal incumplimiento genera discriminación y afectación incuantificable. Por tal motivo nuestra fundación interpuso un recurso de protección en contra de la citada clínica.
Va siendo hora que se tome en serio esta temática, que los centros de salud tengan capacitaciones adecuadas y con contenidos que validen las distintas corporalidades y realidades en género y diversidad. Nuestro país ha sufrido un remezón respecto a la reivindicación de los derechos de quienes habitamos todos los territorios y ya es momento de que se haga explícito el esfuerzo de todos los estamentos para brindar las mismas oportunidades de salud a todas las personas, incluidas las trans diversas.
Es necesario que tratemos a todas las personas de manera digna en todo momento, pero especialmente cuando requieren atenciones de salud, es por eso que consideramos inexcusable que situaciones como ésta que se repiten, pasen desapercibidas o se normalicen. Sepan que nuestra organización no las dejará pasar nunca más.
Fundación Akáinix
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