De espíritu colaborativo y proclive al diálogo con las personas, es la primera vez que postula como candidata a concejala independiente y lo hace en la comuna de Punta Arenas, una ciudad que ha visto su desempeño como gestora cultural y activista en temas socioambientales. Pertenece al pueblo nación Mapuche y cuenta con una amplia trayectoria tanto a nivel nacional y regional en el desarrollo de proyectos de arte y cultura que la conectan con las comunidades y los barrios.
Caroline Pavez Torrealba fue reconocida como Mujer destacada de la región y de Punta Arenas, por su aporte como gestora cultural en el área de las culturas y las artes, concebidas como fuente de conocimiento y como un derecho humano. Conversamos con ella, en la antesala de las próximas votaciones del fin de semana y esto es lo que nos contó de su propuesta.
¿Cómo surge la inquietud por postularte a concejala?
“Siempre me ha interesado el activismo y la política, desde chica. En la comuna de Maipú llevábamos adelante una junta juvenil en donde apoyábamos a nuestros vecinos más jóvenes, pintábamos la plaza y plantábamos árboles. Desde siempre en mí existió esa inquietud y yo reconozco en mi madre, por cierto, que ya no está, esos valores, el como soy yo, como me he construido en la vida y me he perfeccionado en temas que me han llevado al camino artístico y a la gestión cultural. Una cosa no es sin la otra, la mayoría de los artistas y gente del medio son (no sé si todos) gestores culturales por naturaleza.
El espíritu por estar en esta postulación como candidata a concejala independiente, en un cupo por Convergencia Social es traer una impronta distinta al municipio. Siento que es la primera vez que tenemos en la lista una variedad, una diversidad de personas -súper interesante- y eso habla muy bien del país que queremos construir, en donde hay miradas diversas, en donde (me incluyo) yo soy una persona que dialoga, no estoy por la pelea confrontacional, sino más bien con diálogo y reflexión. Siento que los humanos gozamos y tenemos esa gran posibilidad, parafraseando a Maturana. Hay distancias que uno tiene que tomar por salud, pero hay otras que requieren del compromiso y sabemos que estar en el terreno político me ha traído, en lo personal, muchas desilusiones de muchas personas cercanas, pero aún siento que son sus miradas y yo defiendo la mirada de todo el ecosistema cultural, que me ha traído hasta aquí, a pelear por un espacio en la concejalía”.
¿Cómo ves el manejo del proceso eleccionario desde la institucionalidad?
“Ha sido una cortina de humo todo el tiempo, principalmente por exponer todas las noticias que confunden a la comunidad y a la opinión pública, la llevan a otros temas que tal vez no son tan urgentes; ponernos, por ejemplo el caso del niño Tomás, aprovechándose de toda esa cobertura, para –lamentablemente- no tener una respuesta a esa familia. Hay también un trasfondo ahí súper delicado, creo yo, que nosotros no lo vamos a saber jamás y lamento que aprovechen todas esas coberturas de niños desaparecidos, de muertes, de ausencia y todo lo que significa la violencia del país (…), entonces nos vamos encontrando con personas mayores que tienen un discurso casi autoaprendido: ‘que es una papeleta muy larga’, ‘que hay muchos candidatos’.
Por otra parte, lo de los pueblos originarios, que ese es un tema totalmente paralelo y ¡muy grave! Que son hermanos indígenas que nunca hicieron el trámite para inscribirse en el SERVEL, para poder votar por un hermano indígena que corresponda al territorio propio de ese pueblo. En mi caso yo lo hice hasta el 26 de febrero, en un plazo que pasó muy rápido. Entonces aquí seguramente nos vamos a encontrar con hermanos indígenas kawesqar, yaganes, por ejemplo, que quisieran votar por un hermano natural y no van a poder porque no se inscribieron dentro de plazo. Por lo tanto, es muy importante chequear los datos en el SERVEL. A mí me hubiera gustado que así como nos suspendieron las campañas a los candidatos para este 15 y 16 de mayo, perfectamente pudieron haber aplazado la fecha para que los pueblos originarios y los hermanos indígenas de todo el territorio pudiesen activarse en la página del SERVEL. Me hubiera encantado que existiera ese equilibrio.
Entonces, para mí ha sido súper frustrante encontrarse con que el gobierno está haciendo su trabajo de confundir a la gente, de crear este temor, de decir que hay una papeleta gigante. Yo llamo a la gente a informarse, a entrar a la página del SERVEL o a llamar a los números del servicio si no tiene Internet y consultar o buscar alguien más joven que lo pueda guiar. Para mí es súper importante que no le demos la espalda a todas esas personas que han muerto, desde el 18 de octubre hasta la fecha y a quienes han quedado ciegos, para mí es súper grave ahora decir desde tu casa: ‘no, no sé si voy a votar porque me dolió un pie’, ‘en realidad no sé, me da miedo el COVID’. Este es el momento, más allá de lo simbólico o lo que cada persona pueda creer, es un acto político de educación cívica donde yo manifiesto mi interés por un candidato. No queremos este gobierno, queremos botar a Piñera, está súper claro eso, pero no puede ser sin el voto de cada uno y una de ustedes. No puede ser que esta lucha sea en vano”.
¿Puedes contar cómo has desarrollado tu campaña?
“Al principio le comuniqué a mis compañeras bordadoras movilizadas que había decidido aceptar la invitación, porque con ellas hacemos activismo, gestión territorial y primero mi honestidad y franqueza con ellas, de frente. Entonces, se los comuniqué de manera personal, que no iba a aprovechar esta arpillera, para no confundir las cosas, puesto que se creó desde un espíritu libre. Aunque yo soy independiente, me gusta separar esas cosas. Yo creo en los valores y la honestidad, de verdad los asumo con responsabilidad y con seriedad. Entonces, la arpillera ha quedado fuera de toda actividad política y de marchas, a partir de mi candidatura.
Levantamos una encuesta con compañeros sociólogos. Me han acompañado personas de manera totalmente voluntaria y sin ningún interés, simplemente porque creen en mí, creen en lo que comunico, en las cosas que hago, porque efectivamente hay una distancia entre las cosas que tú dices y las que haces. Yo concreto, trabajo y tengo un foco. Entonces, de la encuesta salieron muchas ideas. Me reuní con los sujetos de investigación o encuestados, hombres y mujeres de toda edad y gracias a ellos, pude recoger muchas ideas que están plasmadas en mi campaña. Esto se construye no solo con ideas propias, sino que también con ideas de otras personas que pueden enriquecer el programa, por ejemplo: esta escuela de artes y oficios que no se me ocurrió a mí, se le ocurrió a mis compañeros. En el fondo, la idea es crear este espacio administrado por el municipio de Punta Arenas, donde personas que no han podido terminar estudios formativos, académicos puedan conocer y aprender un oficio. Algo que nos ha enseñado esta pandemia es volver al origen, volver a lo manual, volver a conectarse realmente con las personas más allá de la virtualidad.
Mi campaña ha sido construida muy a pulso, muy independiente, prácticamente con mi hijo. Con él voy a hacer los puerta a puerta acá en el barrio Croata, donde vivo ahora. No he hecho ninguna actividad que afecte al medio ambiente, ando en bicicleta, ando a pie, así es que lunetas no tengo, soy coherente y desde esa coherencia vengo, soy una mujer trabajadora, independiente, que día a día está viendo la manera de generar sus propios ingresos y la campaña ha sido de esa forma”.
¿Cuáles son las ideas fuerza de tu candidatura?
“Los ejes de campaña son las artes, las culturas, el patrimonio, medio ambiente y pueblos originarios. Mi hashtag es #sentidosocialycomunidad y me costó llegar a él, no porque no lo creyera, sino porque igual las cosas la encuentran a una. Vengo de un lugar donde confluyen la identidad, el tema de género, la oralidad. Todo forma parte de un tejido social que está roto y que debemos reconstruir como país. No lo podemos hacer solos, sino con todos y todas las compañeras que asuman esta tarea. Es importante también, hacer ver que nosotros no somos empleados, en el sentido que se entienda que si yo te encargo un trabajo no solamente te voy a pedir cuentas. Se necesita la compañía, uno tiene que involucrarse en esos desafíos y estos no pueden recaer en una sola persona. Yo creo que la dictadura y los gobiernos de la concertación han generado ese asistencialismo en nosotros. Como si alguien dijese que le faltó harina o pagar el agua y hubiese un ente que responde: ‘no se preocupe señora, yo le pago el agua’ y creo que está bueno hacer el cambio de paradigma en los jóvenes. Porque ya vino esa camada de gente mayor donde el voto valía el pago de una boleta de agua o que te dieran un cordero para la cena de Navidad, el voto significaba que te iban a dar un trabajo barriendo las calles. Yo no creo que el voto solamente pueda significar un ‘yo te doy esto y tú me das lo otro’. Hay que cambiar ese paradigma”, insistió.
Finalmente, recordó que este 15 y 16 de mayo los electores con calidad indígena tendrán la oportunidad de elegir que cédula electoral utilizarán para la elección de Convencionales Constituyentes: la de su pueblo indígena de color verde o la de Convencional Constituyente General de color beige.
En este sentido recordó que solamente las personas electoras que poseen la calidad indígena pueden solicitar en la mesa el voto indígena del pueblo correspondiente. La ley no contempla en ningún caso la posibilidad de autoidentificarse en la mesa, por lo que los vocales no podrán entregar votos indígenas a ninguna persona que no esté en el padrón como tal. El número de votos disponibles en cada mesa para cada pueblo es limitado y se condice con quienes tienen ese derecho.
Administrador de tualdea.cl
Necesitamos una consejala que tome acciones para cuidar nuestro patrimonio cultural regional patagónico.
Caroline saludos
Super clara y precisa en sus convicciones. El cambiar paradigmas del antiguo sistema es un eje que debe ser tomado en cuenta.
Felicitaciones por la entrevista.
Que te vaya muy Caroline