El miércoles 01 de julio de 2021 la Corte Suprema dictó fallo condenatorio por el crimen de mi padre Rolando Rodríguez y Mauricio Carrasco. Tuvieron que pasar 45 años para encarcelar a sus asesinos. El fallo establece que este ha sido un crimen de lesa humanidad, sin embargo, la sentencia judicial, una vez más, ha quedado en deuda.
Esta condena precede al gran momento histórico que vive nuestro país, el inicio del cambio de la Constitución dictatorial, esa misma que fue maquillada por gobiernos que se decían democráticos. Como se deben estar regocijando nuestros seres queridos al ver una mujer mapuche presidiendo la Convención.
Espero que este dictamen sirva de esperanza para todos, todas y todes quienes claman justicia por las mutilaciones, torturas, vejámenes, asesinatos y encarcelaciones injustas; producidas a raíz de la revuelta de octubre de 2019.
Con este fallo son dos los juicios por crímenes de lesa humanidad que como familia le ganamos al Estado. Con tranquilidad y cierta satisfacción puedo mirar a los ojos a mis hijos e hija y decirles que nunca bajé los brazos, que hice todo cuanto estuvo a mi alcance para que los asesinatos de Rolando, Mauricio y el resto de la familia, quedaran impunes. Porque este fallo no se fraguó exclusivamente en los tribunales. Tuvo su origen en los múltiples actos de denuncia que iniciaron nuestras madres y abuelas y que luego continuamos con funas, huelgas de hambre, actos conmemorativos, algunas golpizas a los asesinos y recuperación de Sitios e Memoria. Todas estas acciones pavimentaron el camino que ha llevado a la condena de los asesinos. Y aunque no puedo afirmar que se hizo Justicia, por lo bajo de la pena, si puedo decir con orgullo que en el caso de Rolando y Mauricio, le torcimos la mano a la Impunidad.
Beto Rodríguez Gallardo
- Integrante y sobreviviente de la familia Gallardo Moreno del caso Montaje Rinconada de Maipú.
- ✉️ alberod@gmail.com